Los Xochimilcas, del jazz al danzón, de la cumbia al rock and roll

Los Xochimilcas, uno de los cuartetos más innovadores que surgió en los cuarenta, se hicieron notar entre otras cosas por su versatilidad, ya que pasaron de tocar blues, jazz, rock and roll y swing, a cumbia, chachachá y danzón, que son los ritmos con los que más se hicieron conocidos.

En la Revista Danzoneros los recordamos sobre todo por la icónica interpretación de Pulque para dos y recopilamos algunos datos curiosos sobre Los Xochimilcas.

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– En sus inicios, a principios de los 40, se hacían llamar Los Hot Boys, siguiendo el estilo de las bandas estadounidenses, vestidos de frac y retomando versiones swing de Glenn Miller o jazzísticas de Tommy Dorsey.

– Fueron únicos e innovadores en su etapa como “big band norteamericana” ya que introdujeron el sonido de la trompeta y el acordeón en sus interpretaciones de estilo rock.

– Distintos músicos consideraron al trompetista Martín Armenta como uno de los más virtuosos, entre ellos, Glenn Miller, el comandante del swing, que se interesó en él para que formara parte de su orquesta. También el guitarrista Carlos Santana haría tal afirmación añadiendo que tiene influencia de Los Xochimilcas.

– En 1949 el cuarteto fue invitado a un festival musical en Los Ángeles, California, para celebrar la independencia mexicana, sin embargo su presencia formal contrastaba con la temática del 15 de septiembre. Entonces, el dueño del Teatro Follies, César el chato guerra, les sugirió cambiar su vestimenta y su nombre a Los Xochimilcas. Después del evento, probaron sin mucho éxito con el nombre Los Xochimilcas Boys, por lo que decidieron dejarlo como Los Xochimilcas.

– El acordeón y fundador de Los Xochimilcas, César Sosa, tenía una intensa preparación musical, comprendío el lenguaje musical antes de entrar a la Facultad de Música en su natal Tabasco y en su primer año obtuvo el segundo lugar en un concurso de composición.

– El primer acercamiento musical del trompetista, Martín Armenta, fue entre los 10 y 11 años trabajando para la orquesta de un circo. A los 16 años ya estaba tocando en la Orquesta Sinfónica de la Marina.

– La presencia masiva de Los Xochimilcas se dio luego de aparecer en la película Al son del mambo (1950), que debido a su gran éxito en taquilla, 23 días después de su estreno fueron contratados por el director Gilberto Martínez Solares para salir en la película ¡Ay amor… como me has puesto! (1951).

– El apodo del contrabajista, Francisco Gómez “Glostora”, aludía satíricamente a un fijador para cabello del mismo nombre, adelantándose a la generación de Vaselina y a la época dorada del rock and roll en los setentas.

– “Glostora” es un antecedente para varios artistas del género rock. Su estilo “performancero” donde hacía bromas improvisadas al público precedió a la manera en que se mostrarían Sid Vicius de los Sex Pistols (Inglaterra, 1977) o a Björk (Inglaterra, 1993). También la manera en que se llegó a maquillar, no como Mario Moreno “Cantinflas” o Adalberto Martínez “Resortes”, sino toda la cara en blanco y negro precediendo el estilo del grupo de rock KISS (Estados Unidos, 1973).

– Su fundador y acordeonista, César Sosa, en su personaje siempre somnoliento escondía el cansancio que le provocaban las giras y la diabetes que padecía, por lo que decidió dejar a Los Xochimilcas, y en sus últimos años buscó la paz en el cristianismo y en recitales de música clásica como concertista de piano.

Fuentes:
https://n9.cl/i6o2
https://n9.cl/l76u
https://n9.cl/6ngi0
http://www.diariodelsureste.com.mx/una-banda-mejicana-vanguardista-los-xochimilcas/

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