La primavera llegó a ritmo de danzón este fin de semana. El sábado 19 de marzo, cientos de bailarines llenaron diversas plazas públicas para escuchar a sus orquestas preferidas.
En punto de las 12 del día, Felipe Urbán y su danzonera tomó el escenario de La Ciudadela, mítica plaza de baile ubicada en Emilio Donde y Enrique Erro. Rosy y Javier Roa fueron los encargados de traer a esta a agrupación, quien deleitó a los escuchas con clásicos como «Con los años que me quedan» y «El buen vecino».
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Decenas de vestidos largos, zapatillas brillantes y sacos elegantes inundaron este parque dedicado al baile. Mientras algunos instructores de danzón impartían sus clases, a su alrededor, las parejas se apoderaron de toda la banqueta para lucir sus mejores pasos.
Pasadas las 14:00 horas, la agrupación dirigida por Felipe Urbán Ruiz se despidió del escenario donde alguna vez su padre inició una tradición danzonera hace casi 30 años. En tanto, algunos asistentes se preparaban para su siguiente parada: Xochimilco.
La primavera llegó a Xochimilco
Cientos de chinelos acompañados por banda y tambora se apoderaron de las calles aledañas a la explanada de la Alcaldía Xochimilco. Desde el 18 de marzo, el gobierno local inauguró el Carnaval de la demarcación, donde se estimó la presencia de más de 30 mil personas a lo largo de cuatro días. Para cerrar la festividad, este sábado se contó con la exhibición de las danzoneras Xochimilco y Acerina.
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De frente al palacio de gobierno, un enorme templete fue el sitio que albergó a la Danzonera Xochimilco, una agrupación de reciente creación dirigida por el joven Mauricio Flores. Tras poco más de 4 meses de haber debutado en el salón Los Ángeles, esta orquesta puso a bailar a desde las 16:00 horas a decenas de lugareños al estilo de «Control remoto».
Para las 17:30 horas fue oportunidad de la primera danzonera de América: Acerina. Con una guayabera color coral, los músicos de esta agrupación revivieron clásicos como «Horchata», «Tócalo con limón» y «Nereidas».
Durante más de tres horas, danzoneros de diversas partes de la Ciudad de México hicieron brillar la pista, mientras decenas de cámaras apuntaban a sus pies. Así llegó la primavera a la capital del país: con alegría, baile y música del corazón.
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