«Báilalo», donde todos pueden encontrar su ritmo
El objetivo es que los alumnos desarrollen sus habilidades en el baile social.
En agosto pasado se cumplieron dos años del nacimiento de una academia de baile en el sur de la Ciudad de México. Este espacio se buscado convertirse en un lugar para amantes de la música latina y el baile social. Fundada por el bailarín Francisco Ramírez Gómez, «Báilalo» es un proyecto donde la salsa, la cumbia y la bachata son las estrellas, y donde la pasión por el baile se mezcla con el respeto y la camaradería.
Francisco Ramírez Gómez, con más de 7 años de experiencia en el mundo del baile, ha sido parte de academias como Framboyán, Evolet y Yemaya. Su amor por la música se remonta a su infancia, influenciado por su padre, quien era cantante. Desde temprana edad, Francisco aprendió a tocar percusiones, lo que le dio una profunda comprensión del ritmo y la música que más tarde se convertiría en su pasión.
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En «Báilalo», Francisco se dedica a enseñar a sus alumnos los secretos de la salsa, la cumbia y la bachata. Lo más destacado es su enfoque en el baile social, preparando a sus estudiantes para que puedan disfrutar y destacar en las fiestas y eventos sociales.
«Los alumnos están por gusto, por amor al arte y no por ser el bailarín más renombrado. Hay muchas compañías donde existe el duelo de egos de quién es mejor, aquí en «Báilalo» no existe, vamos a aprender de todos», agregó Ramírez Gómez.
Lo que hace especial a «Báilalo» es el ambiente cálido y acogedor, según su fundador. Añadió que en «Báilalo» se promueve la colaboración y el apoyo mutuo. Francisco Ramírez Gómez comenta al respecto: «Estamos muy enfocados al baile social y a los show. A los alumnos les interesa aprender, disfrutar de nuevas vueltas, casi no lo veo con el hambre de competir».
Una de las invitaciones más sinceras que hace Francisco a quienes están considerando aprender a bailar es que no se desanimen y que paguen el «precio del novato». Él mismo recuerda sus días como principiante y entiende que todos pasan por esa etapa. Su mensaje es claro: cualquiera puede aprender a bailar, pero se necesita práctica y paciencia.
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Los estudiantes de «Báilalo» no sólo buscan moverse con gracia y estilo en la pista de baile, sino que también están por la alegría y la conexión que el baile puede traer a sus vidas. La música y la danza se convierten en una forma de expresión y un medio para hacer nuevos amigos y construir relaciones significativas.
El sueño que comenzó durante la pandemia con clases en parques y plazas públicas, hoy está en su desarrollo para hacerse de más adeptos a los ritmos tropicales, así como de dotarle de las herramientas suficientes a los que buscan mejorar su baile social.