Documentan que se bailaba danzón en Monterrey desde los años 20
La Quinta Calderón fue lugar de varios bailes populares donde se interpretaba danzón, foxtrot y bolero.
Cuando se habla de danzón los primeros lugares referentes son Cuba, Veracruz o la Ciudad de México; sin embargo, fue un ritmo que cautivó a mucha gente, incluso en el norte de México.
La ciudad de Monterrey, en el estado de Nuevo León, también tiene un capitulo importante en este rimo de origen afroantillano, según explicó promotora Maru Ayala en su conferencia “Danzón norteño”.
Como parte de las actividades de Fórum 2023 Danzones en el Puerto, Ayala explicó que la Quinta Calderón era un espacio dedicado a la recreación de las personas en la década de los años 20, donde había desde zoológico hasta un escenario para organizar bailes.
Lee también: Presentan método para tocar timbal en el danzón mexicano
Acotó que la Orquesta Metrónomo, de Manuel Flores Varela, tocaba en este espacio y parte de su repertorio incluía danzón, bolero y foxtrot. Además, dijo que se presentaban otras agrupaciones como la Casino y la de José Sandoval.
Asimismo, comentó sobre la importante influencia que tuvo el jazz en las orquestas de la época, por lo tanto, hacían arreglos de música de otros géneros para darle un tinte diferente.
“En una nota de Alfonso Ayala Duarte, investigador que se especializó en música popular, dice que el jazz fue expresado a través de formas comerciales bailables. El investigador dice que en estas orquetas de jazz había un considerable número de danzones y piezas mexicanas”, explicó la también instructora de baile.
Maru Ayala también comentó la relevancia de las emisoras de radio, sobre todo de la XET, la XX y la XFB, puesto que eran éstas las que transmitían la música que se tocaban en los bailes populares que se hacían en los espacios abiertos.
Danzón en Monterrey
La investigación de Ayala arrojó que lugares como la Quinta Calderón fueron creador para la recreación de la clase obrera de la época, ya que empresarios como José Calderón tenían la mentalidad de que sus colaboradores tenían derecho al esparcimiento. “Yo siento que (La quinta calderón) era nuestro Salón México en Monterrey”.
Te puede interesar: Yo quería ser Julia Solórzano y no pude: María Rojo, protagonista de «Danzón»
Acotó que la clase alta creó un espacio alternativo para divertirse, aunque se escuchará música similar. Por ello, a unas cuadras de la Quinta se fundó la Sociedad Terpsícope, donde tocó Acerina y su danzonera, así como las orquestas de Luis Arcaraz, de Aurelio Campos y la Casino Monterrey.
En la reinauguración de este lugar, tras haber sufrido un incendio, se interpretaron al menos 4 danzones: “El colmo del danzón” de Cervantes, “LZC” de Gustavo Quiroga, “Morena mía” de waltz N.N., así como “Suave”. Lo anterior quedó plasmado en el periódico El Porvenir, donde se publicó el listado de melodías que sonaron en el evento, explicó Maru.
El danzón norteño
El danzón no sólo se escuchaba en la capital de Nuevo León, también en los otros municipios. Por ejemplo, en Hidalgo había un orquesta auspiciada por una planta cementera que tocaba este tipo de música. En Agualeguas también hay registro sobre bailes elegantes con la Orquesta Monterrey, mientras que en Villa Aldama se presentó la Orquesta México. En dichos eventos se tocaba lo del momento: danzón, bolero, vals y foxtrot.
Al norte de Nuevo León hay un municipio llamado China, donde Rogelio Cortés formó un conjunto en los años 40: los Populares de China. Aunque su intención era tocar música de orquesta, al final cedió por integrarlo como los grupos norteños de la época, sin embargo, esto no impidió que tocaran otro tipo de música: grabaron un disco titulado “Danzones a la norteña”.
Te puede interesar: Consorcio danzón: una gran semilla de baile en Monterrey
En su investigación, Maru Ayala entrevistó al hijo de uno de los músicos de la agrupación, quién le relató que en 1958 los Populares de China viajaron al entonces Distrito Federal para grabar un disco. Ante una falta de ingresos por su estancia de dos meses, el grupo se vio obligado a pedir trabajo en uno de los salones de baile.
Aunque le dueño del lugar les advirtió que el estilo de danzón que se tocaba en la capital era muy diferente, y que podían sufrir agresiones por parte del público, la agrupación decidió subirse al escenario. Contrario a lo que todos habían pensado, la gente comenzó a bailar y no hubo confrontación alguna, según el testimonio del hijo de uno de los músicos.
“Nada es lineal, lo que era en ese momento danzón ha cambiado y ahora lo vivimos de otra manera. Una cosa es tan valida como la otra, ojalá esto pudiera a ser cíclico en algún momento, es parte de nuestra historia y de lo que tenemos en el ADN los norteños y por eso estamos aquí en Fórum. Y todos hablando el mismo idioma, el amor por el danzón”, concluyó Maru Ayala.