Feliciana Hernández, artesana que mantiene viva el arte textil purépecha
Entre sus creaciones se encuentran piezas ceremoniales de algodón tejido a mano en telar de cintura con rapacejo de plumas de ganso.
Feliciana Hernández es una artesana originaria de Paracho, Michoacán que lleva más de 50 años en el hacer y sentir del arte textil purépecha. Su especialidad se basa en diseños llenos de color, alegría y orgullo regional: los rebozos purépechas. Ella cuenta que esta emblemática prenda se ha convertido en su motor de vida y sustento familiar.
La maestra artesana relató que la enseñanza de cómo confeccionar rebozos y otras prendas purépechas comenzó a los 10 años con su abuela. «Hubo regaños, pero todo me ayudó para que tuviera buenos resultados con mi aprendizaje; ahora estoy muy orgullosa y me siento feliz, porque he ganado muchos premios».
La artesana de 64 años ha participado en varios concursos, talleres y exposiciones en su natal estado y en otras partes de la República, como en Quintana Roo, Campeche, Hermosillo, Monterrey y Guadalajara, por mencionar algunos. Asimismo, en la Ciudad de México fue invitada a la exposición «Tápame con tu rebozo» en el 2019 y en la edición de este año, donde ha podido exponer y vender el arte textil purépecha en el Museo de Nacional de Culturas Populares.
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El arte textil purépecha textil que pasa de generación en generación
Doña Feliciana cuenta que, así como le enseñaron a realizar estas prendas, ella le ha instruido a sus dos hijas y cuatro nietas este arte. «Ya todas saben tejer en telar de cintura y han ganado premios; todo lo hemos logrado como familia y ahora nuestros rebozos representan a la familia Hernández Bautista», destacó..
Si bien en toda la región de Paracho se dedican a la creación de trabajos textiles, es la combinación de colores en los originales y vistosos diseños que ella ha creado lo que la hacen destacar del resto; por tanto, ha ganado diversos premios y reconocimientos por parte del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías.
En sus prendas se encuentra calidad y fino trabajo a mano, confeccionado con hilos de algodón. Asimismo, las piezas cuentan con elaborados rapacejos de artisela en forma de flores o rombos coloridos, o bien, los empuntados de plumas de diversas aves que contrastan con la parte superior de la prenda, entre las que se encuentran los famosos rebozos, así como chalecos, gabanes y ponchos.
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Cada prenda necesita su tiempo
Para la elaboración de cada pieza, la artesana tarda alrededor de dos meses. En ese tiempo se tiñe, teje y empalman las plumas. Cada rebozo mide cerca de 140cm de largo, 75cm de ancho y 40cm las puntas, que son las plumas. Feliciana maneja rebozos grandes, medianos y tamaño infantil. Entre sus creaciones se encuentran piezas ceremoniales de algodón tejido a mano en telar de cintura con rapacejo de plumas de ganso teñidas con tintes sintéticos.
Las plumas que la artesana usa provienen de aves como el gallo criollo negro, el faisán, pavorreal, búho, pato y ganso. También utiliza plumas de correcaminos y cuervos, las cuales son recolectadas de criaderos donde las aves son cuidadas y alimentadas dignamente. Así, se recogen las plumas y se tratan para usarse en las prendas, sin maltratar a las aves, ya que el negocio textil está comprometido con el bienestar animal, familiar y cultural de México.
Con información de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.
