Dolores Hidalgo cobija por tercera ocasión a las Noches de Danzón
De acuerdo con autoridades locales, se estima que este año se superen los 4 millones de pesos en derrama económica por este evento.
Dolores Hidalgo, Guanajuato se ha caracterizado por ser parte importante de la historia de la Independencia de México, así como por ser el lugar de origen del cantante José Alfredo Jiménez, pero desde hace 3 años se convirtió en un referente para el danzón con un festival anual. El fin de semana pasado, del 7 al 9 de junio, se realizó en esta ciudad una serie de actividades con exhibiciones y baile social.
Apenas comenzaba el ocaso de la tarde del viernes pasado y el escenario ya estaba completamente armado, tendiendo de espaldas a la imponente catedral. Las gradas se colocaron a los lados de la pista para que la gente pudiera ver desde lejos las exhibiciones, mientras que las sillas del frente eran ocupadas por los bailarines que pasarían a lucir sus pasos al centro. En tanto, los banderines de la Danzonera Joven de México Chamaco Aguilar ya ondeaban sobre los atriles a la espera de sus músicos.
Lee también: Crónica | La ENDF festeja su 45 aniversario con danzón en Bellas Artes
La primera muestra de danzón inició casi a las 18:00 horas, cuando el intenso sol ya permitía que se hicieran las actividades al aire libre. El primer grupo en pasar fue «Perseverancia Danzonera», dirigido por Juana Arvizu Vallejo, anfitriones del evento puesto que el colectivo era originario de Dolores Hidalgo. A partir de ahí desfilaron otros 22 conjuntos de bailarines de distintas ciudades del país para mostrar sus rutinas y coreografías.
Una vez con la luz de la luna sobre los hombros, se le pidió a visitantes que ocuparan la explanada de la catedral que estaba a espaldas del escenario. Una marea de vestidos y trajes blancos inundó todo el frente de ese recinto religioso, pues era momento de la rutina masiva al ritmo del danzón El panadero. Parejas de varios estados del país se aprendieron los pasos coordinados mediante videos de redes sociales, todos bien estudiados para mostrarles a los demás cómo se puede organizar una comunidad vía remota.
Para cerrar esa primera parte de las exhibiciones de Noches de Danzón, se llamó a la pista principal a 19 parejas para participar en un colectivo, donde cada mostró sus mejores pasos y su habilidad para sincronizar la música con su cuerpo. Después de un intermedio, el escenario lo tomaron los músicos de la Primera Danzonera de América: Acerina, y como primer acto se dio paso a otro colectivo donde participaron otras 18 parejas.
La lluvia no detuvo las «Noches de Danzón»
La noche siguió su curso con la segunda parte de las exhibiciones hasta que el cielo comenzó a tronar y dejó caer sus primeras gotas de lluvia. Acerina tocaba ¿Dónde está Raúl? y el grupo Danzonerísimos Sangre Nueva ejecutaba su coreografía cuando la brisa se hizo más intensa, una vez terminada la pieza todos los asistentes corrieron a resguardarse del torrencial. Mientras los músicos recogieron su archivo e instrumentos, los bailarines esquivaron sillas y corrieron con paraguas en mano. Desde los arcos del Museo Bicentenario, que está a un costado de la catedral, muchos vieron cómo la lluvia formaba pequeños corrientes bajo la banqueta.
El aguacero no cesó el amenos 2 horas, ya pasaban de las 23:00 horas del viernes y muchos danzoneros aún seguían resguardados bajo los arcos del museo. Algunas damas optaron por usar sus tenis de repuesto y otros se cambiaron a un atuendo más cómodo; en ese entonces, la esperanza de que la Real Danzonera de Antonio Vidal tocará para el baile de bienvenida se había difuminado. A los pocos minutos, en ese mismo sitio, comenzaron a montarse atriles e instrumentos: el danzón no tiene qué lo detenga.
Te puede interesar: Alfil Negro dedica danzón a Akira Toriyama, creador de ‘Dragon Ball´
Desde 20 minutos para la media noche hasta casi las 2 de la mañana del otro día, La Real puso a bailar a los danzoneros que pacientemente se resguardaron de la tempestad del clima. Una centena de personas se acomodó en ese pasillo contiguo al museo para disfrutar, la pasión por este ritmo era más grande que los vestidos empapados y los sacos húmedos. La alegría también se albergó bajo esos arcos y no se fue hasta que se interpretó la última nota.
Al siguiente día, en punto de las 17:00 horas, continuaron las exhibiciones pendientes con la Danzonera Acerina. Para después darle paso al baile de gala: decenas de mesas redondas y sillas blancas acojinadas se esparcieron a lo largo de toda la plaza. En las esquinas se montaron vendedores de quesadillas y tacos de guisados, todo listo para recibir a los invitados de la noche. El carnet musical estuvo integrado por la Banda de Viento Matías Romero, así como las danzoneras Acerina y Chamaco Aguilar.
El costado del Jardín del Grande Hidalgo, que está junto a la catedral, se convirtió en un salón de baile al aire libre. Los curiosos decidieron sentarse y admirar los pasos de los bailarines, otros sacaron su celular para grabar cómo se interpretaba ese ritmo; en tanto, no faltó el curioso que sí se atrevió a preguntar dónde aprender a bailar así. La fiesta Danzonera terminó al filo de la media noche, para al siguiente día ofrecer un último baile de despedida en ese mismo lugar.
Impacto económico
Noches de Danzón no sólo se convirtió en un nuevo punto de encuentro para los seguidores de este ritmo, también en un impulso económico importante para la región. Este festival logró el año pasado una derrama económica de 4 millones de pesos, según Juan Roberto Reyna Irazábal, Director de Turismo, Patrimonio Histórico y Cultural de Dolores Hidalgo, Guanajuato. Sin embargo, este año calculó que esa cifra se superará porque hubo más participación.
En entrevista, el funcionario dijo que según los primeros cálculos podrían haber asistido entre 3,500 y 4,000 personas a este evento durante los 3 días; y de este porcentaje total, un 70% habrían sido turistas mientras el otro 30% habitantes locales.
Lee también: «La llorona», el nuevo sencillo de la Orquesta Failde y Omara Portuondo
Muestra de ello, es que en la edición 2024 asistieron delegaciones de bailarines de más de 25 ciudades como Mazatlán, Guadalajara, Orizaba, Zacatlán de las Manzanas, Tula, Tijuana, Monterrey, Ciudad de México y muchas más.
Finalmente, Reyna Irazábal subrayó que «Noches de danzón» fue un evento que maduró muy rápido y tomó gran fuerza, por lo que se espera siga en pie al menos los próximos 3 años.