Ernesto Uruchurtu, «regente de hierro» y cazador de salones de baile

Ernesto P. Uruchurtu, ex regente del entonces D.F. y Salón México. / Foto: Internet.

“Hay que moralizar la ciudad” e «imponer la decencia pública” fueron las frases que utilizó Ernesto P. Uruchurtu, El regente de hierro, durante su mandato (1952-1966) en el entonces Departamento del Distrito Federal. En ese lapso, cerró cantinas, pulquerías, cabarets y algunos de los salones más famosos como el Waikiki y la catedral del danzón, Salón México.

Uruchurtu es mayormente recordado en la capital por ser el artífice de la segunda gran transformación que experimentó la ciudad: construyó sin fin de puentes y acueductos; pasos a desnivel; sistemas viales como Revolución, Viaducto y Periférico; además que entubó algunos de los ríos más importantes tales como Río Consulado, Río Churubusco y Río Magdalena.

De igual manera, el regente capitalino también dirigió la construcción de 169 mercados, 324 escuelas e innumerables edificios que mantienen sus funciones al día de hoy.

Lee también: ANÁLISIS | DANZÓN, LA PELÍCULA QUE ROMPE ESQUEMAS FEMENINOS

La otra cara de Uruchurtu fue la de un funcionario le declaró la guerra al espectáculo. En su ambición por modernizar el Distrito Federal, creó la Cruzada de la Decencia Teatral, dónde decidía bajo su criterio dónde y cómo se debía divertir la ciudadanía.

Entre los artistas censurados en ese tiempo están los directores de cine Luis Buñuel y Alejandro Jodorowsky; las actrices María Victoria, Silvia Pinal y Yolanda Gómez “la Tongolele”; al igual que el escritor Salvador Novo y grupos como The Beatles, a quienes les negó ofrecer conciertos.

La película Salón México poco ayudó con dicha causa, puesto que Uruchurtu la utilizó para desvirtuar la industria de los centros de baile, argumentando que atentaban contra la moral de la ciudad.

Te puede interesar: SALÓN COLONIA, LA CATEDRAL DEL DANZÓN

El regente de hierro utilizó distintos métodos para cerrar distintos inmuebles, por ejemplo el horario en el que trabajaban, dado que la mayoría bajaba las cortinas hasta las cinco de la mañana, además que las bancas y mesas eran utilizadas por los clientes para dormir tres horas más de la hora del cierre para conseguir transporte.

Ante ello, El regente de hierro ordenó que estos espacios cerraran a las 11 de la noche, provocando que disminuyera la asistencia de la gente. También mandó cambiar el nombre o numeración de las calles para violar al amparo que protegía un determinado inmueble, al igual que mandó espías para inducir a los dueños a violar las normas del gobierno capitalino a fin de poner a prueba su obediencia.

Finalmente en 1966, el presidente Gustavo Díaz Ordaz removió a Uruchurtu de su cargo como titular del Departamento del Distrito Federal, ya que se opuso rotundamente al proyecto de la construcción del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro.

Fuentes:

• En Obra (CONACULTA)
• Los templos del buen bailar (Amparo Sevilla)
• https://bit.ly/2J6JOKb / https://bit.ly/2wmyXt9 / https://bit.ly/2xfMtPc / https://bit.ly/2UaTpGn