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Simón sigue bailando su danzón

Simón Jara es uno de los promotores y cronistas más importantes para el baile fino de salón.

 ·  octubre 26, 2023
Simón sigue bailando su danzón
Simón Jara. / Foto: Capital 21.

Creo que todos hemos bailado alguna vez “Simón baila este danzón”, una pieza compuesta y dedicada a Don Simón Jara por el maestro Isaías Lara, extraordinario compositor y pianista. A mí me gustan en particular las versiones del Chamaco Aguilar y la de Acerina, considero que es muy merecido este homenaje musical con una pieza tan bien lograda que incluye un montuno muy sabroso y que fue estrenada en 1988 ¡hace treinta y cinco años! para reconocer a quien ha dedicado su vida al danzón.

Quizás este danzón sea el primer reconocimiento al señor Jara y sin duda uno de los más importantes en su largo recorrido por la ruta de la promoción del baile a la que ha estado indisolublemente ligado. Don Simón ha tenido otros muchos premios y reconocimientos: recuerdo que le fue entregado en 2010 por el Jefe de gobierno de la Ciudad de México, en el marco de la Feria Internacional del Libro del Zócalo, el premio “Carlos Monsiváis” al mérito cultural; también recibió el premio del Centro Nacional para la Investigación y Difusión del Danzón, A.C. “Rosa Abdala Gómez” en el año 1998 y fue nombrado en la radio “Obispo del danzón”, esta última distinción como una forma de retribución al programa que se emitió en el Núcleo Radio Mil y que duró varios años.

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Simón Jara y Tongolele. / Foto: Mina Arreguín.

Por mi parte promoví un homenaje para María Rojo y para Simón Jara en 2010 en el segundo congreso que organicé en la Ciudad de México durante el baile de gala en La Maraka. Sin embargo, considero que el premio más importante que posee el Señor Jara es el reconocimiento de todos los músicos a los que dio trabajo a través de los años y los bailadores que tenemos la fortuna de conocerlo y de haber disfrutado tanto tiempo con la oferta musical que semana a semana proponía en los diversos salones en los que estuvo presente. En mi caso me tocó disfrutar los últimos tiempos del salón Colonia y prácticamente toda la etapa bajo la conducción del Sr. Jara en los salones Riviera y La Maraka.

Siempre he afirmado que Don Simón Jara es sin duda alguna la persona que más sabe de danzón en México, es un testigo privilegiado y fidedigno del movimiento danzonero en nuestro país, desde muy joven se involucró en el baile y la música, ya que desde el seno familiar se cultivó esa actividad como forma de vida y a sus escasos trece años ya participaba en la venta de boletos en el salón Colonia, “eran otros tiempos solo imaginar que al lugar entraban más de seis mil personas y más de tres mil eran mujeres” según me contó una vez Don Simón.

Simón Jara con su esposa e hijos. / Foto: Mina Arreguín.

El señor Jara es un indiscutible referente del danzón, cuenta con un verdadero y extenso almanaque de materiales de todo tipo relacionados con el baile y el danzón: fotografías atesoradas a través de muchos años, carteles de bailes, programas impresos y presentaciones de orquestas de muchas épocas, boletería que evidencia su antigüedad al mostrar unos precios de entrada al salón impensables para nuestros días, cuando los centavos todavía significaban algo, una colección de discos de todo tipo incluyendo aquellos viejos acetatos, y los aún más viejos que son una reliquia y que sólo funcionan en su fonógrafo. Sí, Don simón conserva el aparato que dio inicio al Salón Colonia, ese fonógrafo de su papá que se usaba para poner música al aire libre en la Colonia Obrera de la Ciudad de México y que hizo que la gente comenzara a bailar en un espacio al aire libre perteneciente a su familia. Luego creció la asistencia y se empezó a cobrar para comprar más discos y tiempo después vino la construcción y las múltiples adaptaciones del local, y la contratación de cualquier cantidad de orquestas y grupos musicales, así fue creándose el emblemático Salón Colonia del cual su familia fue propietaria y que alcanzó casi los ochenta años de existencia.

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Recuerdo una invitación de mi finado amigo Juan Manuel de la Rosa a bailar un danzón en el desierto zacatecano. En aquella ocasión también el señor Jara fue invitado con su esposa la señora Gloria y llevó el famoso fonógrafo que funciona todavía a la perfección, llegamos a Sierra Hermosa, en el municipio de Villa de Cos, lugar de nacimiento del artista plástico zacatecano, donde hicimos algunas presentaciones de baile y el señor Jara dio una plática y mostró a la comunidad el prodigioso y antiguo aparato que emitía música de orquestas de principios del siglo pasado impresionando a todos.

Juan Manuel de la Rosa bailando con Tongolele. / Foto: Mina Arreguín.

Somos muchos los que hemos aprovechado la experiencia del Don Simón Jara en diferentes ámbitos, en mi caso particular muchas veces lo he buscado para que me ayude a aclarar algunas dudas sobre el baile, también para encontrar información acerca de orquestas y bailadores de otras épocas, y hasta para recibir su generoso consejo acerca de los eventos que he promovido. Los músicos también comentan y aclaran con él cuestiones referentes a agrupaciones antiguas, otras orquestas, directores y anécdotas que el conoce a la perfección, los bailadores le preguntan sobre los cambios que han ocurrido en la forma de ejecutar el danzón y los estilos de antaño. María Novaro me comentó en una ocasión que cuando preparaba su película “Danzón” ella escuchaba religiosamente sin perder ninguno, los programas de radio donde participaba el Sr. Jara, de hecho, en una conferencia que dio durante el tercer congreso internacional de danzón que organicé en la Ciudad de México en el año 2011 comentó lo siguiente: “… empecé a escuchar permanentemente los programas del maestro Simón jara, no solo escucharlos como se transmitían en la radio, sino a grabarlos y volverlos a escuchar y volverlos a escuchar, prácticamente memorizarlos y aprender de sus palabras, por lo que le estoy muy agradecida, que nunca se lo he dicho y ahorita que hay muchos danzoneros se lo digo…”[1]

Afortunadamente el señor Jara detenta un carácter amable y es una persona sencilla y con disposición para compartir sus conocimientos y experiencias. Siempre se prestó a participar en conferencias, pláticas y reuniones sobre el tema del que tanto sabe, a invitación mía participó en una plática en la Casa de la Cultura Reyes Heroles de Coyoacán cuando fui directora de ese lugar, también en los congresos de danzón que organicé era invitado indispensable. En mi libro sobre danzón se produjo una conferencia tomada de su participación en la mesa redonda de mi tercer congreso en la Ciudad de México en el año 2011[2], pero además nos ha dejado en forma escrita una valiosa obra en la que plasma una buena parte de su saber, en el libro  “De Cuba con amor…el danzón en México”  en coautoría con Aurelio Rodríguez y Antonio Zedillo[3], un valioso documento que todo danzonero que se precie de serlo debería consultar y leer. Dicha obra fue presentada en Cuba por el propio Simón Jara con bastante éxito.

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Me falta decir en este texto que el señor Jara es también bailador de danzón, y por cierto muy bueno, con un estilo propio, elegante, discreto y preciso, cultivado desde muy joven, a partir de la observación de tantos y tantos bailadores famosos que pasaron por la pista del Colonia. Siempre que yo llegaba a la Maraka, inmediatamente me dirigía a la mesa del Sr. Jara que estaba entrando a mano izquierda y donde siempre encontraba un espacio, de inmediato me ponía a bailar con aquellos que me invitaban a hacerlo, y en ocasiones ocurría que don Simón me invitaba a salir a la pista con él una o dos piezas, en el momento en que sus actividades de anfitrión se lo permitían, así como yo, había otras compañeras usualmente clientes asiduas con las que también eventualmente bailaba. Yo tuve la fortuna de bailar muchas veces con él y puedo atestiguar acerca de su correcta conducción y su singular estilo,  sin ningún viso de exhibicionismo o  exageraciones,  daba mucha seguridad a quienes bailábamos con él, marcando los tiempos con precisión pero sin robotizar la pieza y dando cierta libertad a la bailadora en turno.

Esta semana busqué a don Simón para saludarlo y comentarle que preparaba un artículo para esta revista con el objeto de hablar sobre su trayectoria, contestó la llamada Doña Gloria, su esposa, que es también buena anfitriona y excelente cocinera, quién amablemente me comunicó con él, me dio mucho gusto saber que se encuentra bien de salud toda la familia y que el Sr. Jara sigue activo en esta nueva etapa de su vida. Quedamos de visitarlo como en otras ocasiones en una próxima visita a la Ciudad de México, es un privilegio contar con su amistad y un deleite escuchar de viva voz sus anécdotas y puntos de vista del baile que nos apasiona. En verdad Don simón sigue bailando su danzón, el danzón de su vida, rodeado de sus recuerdos y el amor de su familia, así como el afecto de todos los que disfrutamos de su labor en favor del danzón.

Dedico el presente artículo al señor. Jara, a su esposa Gloria y a toda su familia con mi respeto, admiración y aprecio.


[1] Arreguín, Mina “ Danzón abanico de tonalidades” segunda edición julio de 2017 pag. 89-90.

[2] Arreguín, Mina. Op. Cit Pág 157.

[3] Jara Gámez Simón, Rodríguez Aurelio y Zedillo Castillo Antonio. “De Cuba con amor…el danzón en México”. Ed. Los contemporáneos. Conaculta. México. D.F. 2001. 279 pp.

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