De premios y reconocimientos 

A lo largo de quince años consecutivos asistí al evento anual de mayo de danzón en Veracruz, pero en este último “Forum de Danzones en el Puerto 2024” se acabó la persistencia y después de tantas primaveras de estar presente no acudí al bello puerto jarocho, tuve mis razones, pero no las contaré aquí. Apenas un día después de concluido el evento, la usual indiscreción de las redes sociales nos hizo percatarnos a través de fotografías en Facebook, que entre los reconocimientos otorgados este año se concedió el premio “Rosa Abdala Gómez” a la muy querida maestra Tere Salazar y el maestro Jacobo también admirado y querido. Me llenó de alegría saber que después de tanto tiempo llegara tan merecido galardón para ambos. También me enteré de que el violinista de la Danzonera Acerina, el maestro Alejandro Sánchez, recibió el reconocimiento en su categoría. 

Ese mismo inicio de semana que nos sorprendió la noticia, le hice una llamada telefónica a Tere a su casa y me platicó algunos de los pormenores de esa premiación. “Me emocioné muchísimo, yo ni sabía nada ni lo esperaba, -me dijo- pero por un lado mejor Mina, porque si me entero antes me hubiera puesto muy nerviosa, así que en cuanto me dieron el micrófono le dije a Miguel (Zamudio): `Te agradezco mucho, gracias de corazón Miguel, pero no es por nada, yo creo que este premio ya me debería haber tocado desde hace algún tiempo’”.

Lee también: Familia Salazar y violín de Acerina, galardonados con el Premio Rosa Abdala 2024

Celebro que Tere fuera la galardonada y coincido con ella en que es muy justo un premio para quién ha dedicado su vida a la enseñanza del danzón, con tantos años de constancia y con una calidad a mi juicio indiscutible y reconocida por la mayoría de los bailadores, tanto los que hemos tenido el privilegio de tomar alguna clase con ella y Jacobo, como los que sin haber participado en ninguna, la admiraran sin duda por su graciosa e impecable manera de bailar, no por nada ha sido ganadora de concursos y recurrente bailadora estelar durante las muestras en las presentaciones de los teatros. Debo mencionar que a Jacobo se le otorgó el premio por su revista en Facebook “Revista de danzón primer montuno” con un largo camino de dedicación y trabajo en redes.

Yo ya había hecho un reconocimiento a la familia Salazar completa en el Teatro Esperanza Iris de la Ciudad de México, mejor conocido como Teatro de la Ciudad. Un lejano lunes 16 de abril de 2012 cuando organicé el cuarto congreso internacional de danzón, esa vez subieron a bailar al escenario con la orquesta del maestro Urbán: Fredy y su hija Abigaíl, Tere, Jacobo y Giselle Barrios. En esa ocasión también se rindió homenaje al «Príncipe del danzón», Felipe Urbán, ya estando en sus últimos años de lucha contra una enfermedad terminal, afortunadamente pudo disfrutar su reconocimiento en vida, lo recuerdo visiblemente emocionado junto a su orquesta y su familia esa inolvidable tarde.

En el congreso de hace doce años yo fui la persona que tomé la decisión de homenajear a los Salazar y al maestro Urban. Supongo que el organizador de los eventos en Veracruz es la persona que designa a los galardonados en cada oportunidad. En este último caso se han entregado una cantidad enorme de reconocimientos, claro que en un evento de más de veinte años y con varios galardones en cada ocasión, es comprensible que sean tantos, muchos de los premios considero han sido muy atinados, hay otros que me parece han sido entregados quizás a la ligera, pero mi apreciación no debiera ser rigurosamente tomada en cuenta, en justicia,igualmente yo tomé mis propias decisiones en mis cuatro congresos para el otorgamiento de los reconocimientos, bajo mi propia consideración y mis motivos. 

Sin embargo, me pregunto ahora: ¿al otorgar premios somos realmente justos?, ¿es correcto que el premio dependa mucho de las evaluaciones de una sola persona?, ¿la apreciación es compartida mayoritariamente por la comunidad danzonera? Estas son apenas unas cuantas preguntas que abrirían una especie de caja de Pandora si se invitara a la reflexión a la comunidad toda de bailadores. Cabe también considerar que en otros muchos eventos se dan todo tipo de diplomas y por diversas razones. No hay crítica alguna de mi parte, solo tal vez la invitación a una reflexión acerca de la manera como hacemos ciertas cosas con ánimo de ponderar, si es el caso, las razones, la pertinencia y la oportunidad de un galardón.

Te puede interesar: Crónica | La ENDF festeja su 45 aniversario con danzón en Bellas Artes

De haber sabido con anticipación que la maestra Salazar sería premiada en esta ocasión en Veracruz, hubiéramos cambiado sin dudarlo nuestra decisión de no participar este último año, ignoro si se difunde lo suficiente el hecho, o simplemente no soy tan avispada para captar información a través de redes sociales o para preguntar a conocidos en el medio danzonero. En todo caso ni la propia Tere Salazar sabía que iba a recibir un reconocimiento, ni Jacobo estaba enterado de nada según lo confirmé después. 

Curiosamente unos días antes del “Forum de danzones en el puerto 2024” el sábado 27 de abril recibí un homenaje en Guadalajara, y casualmente también repentino, en verdad me emocioné y siento un enorme agradecimiento a todos los que intervinieron en ello. Creo que comparto con Tere, toda proporción guardada, esa sensación de recibir un reconocimiento inesperado. Aunque en el caso de la maestra Salazar advierto la opinión generalizada, en la que coincidimos muchos ya que con todos los que he comentado el asunto estamos de acuerdo en el sentido de que su galardón era un justo reconocimiento a su larga y brillante trayectoria.

En mi caso se trató de un reconocimiento espontáneo en la ciudad en la que vivo, quizás inmerecido del todo y lo digo sin falsa modestia, y me fue otorgado por la comunidad tanguera tapatía, así nomás, a mitad de la milonga, incluyendo en él a mi esposo en razón de actividades de promoción en las que hemos participado en Guadalajara. 

Creo que los premios, homenajes, galardones y similares reconocimientos son parte importante en la conformación de identidad de un grupo social específico con un objetivo compartido, en nuestro caso, como amantes de la actividad del baile. Además, fortalecen el sentido de pertenencia y otorgan importancia y jerarquía al conjunto de valores reconocidos por esa comunidad particular.

En todo caso creo que todos los que hemos sido distinguidos de alguna forma nos sentimos muy halagados y comprometidos con la comunidad de la que formamos parte, de la misma manera, quienes hemos tenido la satisfacción de promover y entregar algún reconocimiento, contribuimos a fortalecer la conexión con nuestra colectividad bailadora y alenaltecimiento de esta noble actividad.

Lee también: Una coreografía (parte II)