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Partitura hallada en una botella

¿Cuántos danzones se han compuesto en la historia? ¿Qué hace famosa a una melodía? Sobre esto reflexiona Mina Arreguín en su columna.

 ·  febrero 27, 2024
Partitura hallada en una botella
El violinista de la Danzonera Acerina interpretando la partitura del danzón "Cecilia".

¿Cuántos danzones habrá? pues es una pregunta difícil de responder si consideramos que a partir de los inicios del danzón a finales del siglo antepasado en Cuba se escribieron muchísimos, desde aquel considerado el primero de todos y compuesto por Miguel Demetrio Faílde Pérez, hace ciento cuarenta y cinco años, “las alturas de Simpson”, dedicado a un barrio de la ciudad de Matanzas.

Se dice que el danzón tiene fecha de nacimiento justamente a partir de que se interpretó por vez primera esta composición, sin embargo, hay algunas controversias al respecto. Ese danzón y los primeros de esa época no contenían dentro de su estructura la parte alegre denominada montuno, y en la cual nosotros los mexicanos nos abrimos al floreo y las figuras a diferencia de los bailadores cubanos que por lo general bailan todo el tiempo danzón cerrado.

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Hay muchos antecedentes musicales que precedieron al reconocido por casi todos como el primer danzón, que por supuesto no nació por generación espontánea. Como todos los ritmos, el danzón abreva de las armonías precursoras y las influencias musicales de su tiempo, es algo vivo como el lenguaje, como los creadores de las notas que lo conforman y como vivos han sido sus intérpretes desde aquellos lejanos tiempos de 1879 cuando en el Liceo de Matanzas se estrenó una melodía que fue aplaudida al grado de solicitar una segunda ejecución.

Concurso de danzón en Matanzas, Cuba durante 2023. Foto: Arturo Ordaz / Revista Danzoneros.

Bajo la influencia de las habaneras y las contradanzas se fue conformando el ritmo que ahora conocemos e identificamos claramente. Evitando las bizantinas discusiones de los musicólogos acerca de la verdadera fecha de nacimiento del ritmo y respetando todas las indagaciones y conclusiones de los expertos. 1El maestro Hipólito González Peña, el querido “Polo”, consigna en mi libro sobre danzón “… el maestro Manuel Saumell, un músico bien preparado cubano, empieza a aplicar el cinquillo en las contradanzas, que no es más que una forma rítmica que introdujeron los negros franceses, como lo menciona el
gran escritor alejo Carpentier…”. 2

En las primeras tres décadas de la aparición del danzón se escribieron muchas obras musicales sin montuno, hasta que la música de danzón se transforma en 1910 con la
aparición de una pieza llamada “El bombín de Barreto” del compositor José Urfé, el nombre se debe a que el propio Urfé respondió a sus músicos que le preguntaban acerca de la vestimenta más adecuada a usarse en una presentación, a lo que Don José respondió de guasa: “Bombín todo el día” y el violinista Barreto se la creyó. 
 
En México se han compuesto muchísimos danzones también, hace tiempo encontré un listado de nombres de danzones que me regaló el señor Simón Jara y que aún conservo. En la extensa lista aparecen los nombres de 801 danzones de todas las épocas y orígenes, en algunos se indica quién es el compositor, otros consignan el año en que se compusieron o estrenaron, también en algunos casos la orquesta que los interpreta. No obstante, todo ese cúmulo de datos, al revisar la lista me percaté que faltan varios danzones que conozco y que no están incluidos en esa valiosa relación. Muchas creaciones recientes no están consideradas y de la misma forma sólo encontré un par de danzones del maestro Genaro Fuentes, siendo que él compuso más de cuarenta, del maestro Memo Salamanca sólo aparece “Linda jarocha” y así por el estilo la cantidad de faltantes. En fin, de todos modos, la lista da para más, pero habrá que trabajarla.

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En la relación encontré también diez danzones dedicados a los salones de baile, cinco a boxeadores famosos como “el chango Carmona”, “el ratón Macías”, “Ultiminio Ramos y “Kid azteca”; 71 danzones dedicados a mujeres, que no son todos ya que conozco algunos que no aparecen ahí. Falta por supuesto generar muchas combinaciones adicionales, y ubicar varias piezas que son poco conocidas o que quizá incluso ya no se interpretan, hay algunos títulos que he buscado en todo tipo de plataformas de internet y documentales, pero no he encontrado aún rastro de ellos. El cúmulo de danzones es tan extenso que quizá nunca lleguemos, por fanáticos que seamos, a conocerlos todos y seguramente sólo habremos bailado una pequeña parte de ellos.

La Danzonera Acerina. / Foto: Arturo Ordaz – Revista Danzoneros.

La cantidad de composiciones se incrementa día con día ya que muchos danzones son recientes pues las orquestas han encontrado un filón de negocio al vender danzones por encargo, un ejemplo de ello son los que se han hecho al comandante Terrón, otros me comentan, han surgido en los festivales de danzón ya que en ocasiones los organizadores como parte de la negociación de contratación incluyen alguna pieza. Otras preguntas que me hago y que seguramente serán compartidas por muchos bailadores son: ¿de qué depende que los danzones se hagan famosos? ¿por qué unos permanecen por mucho tiempo en el gusto del público y otros se van olvidando? Creo que no encontraremos una clara y contundente respuesta que lo explique, opiniones habrá como bailadores existen, la mayoría de nosotros conocemos los danzones emblemáticos y famosos como “Masacre”, “Fefita”, “Por un cerro mejor”, “Nereidas” considerado el danzón de danzones para el público mexicano, de la misma forma que “almendra” es para los cubanos su danzón distintivo, los años pasan y se siguen tocando y algo tienen porque a casi todos nos gustan.

Otro aspecto que he comentado con amigos bailadores es que las orquestas tienen ya un repertorio más o menos ensayado o delimitado de danzones que ejecutan regularmente y aunque he visto a los directores de orquesta cargar su voluminosa carpeta de partituras, seguramente sería muy difícil llevar consigo todas las que forman parte de su repertorio histórico. A mi marido le gusta “Club Fénix” y siempre lo escuchamos y bailamos en grabación de la Acerina de Consejo Valiente, me consta que él solicitó el danzón en vivo a Acerina varias veces y a otras orquestas, pero unas no lo tienen y con la Acerina actual no fue complacido, quizá por no llevar la partitura en ese momento o porque la cantidad de solicitudes a la orquesta, siempre hay muchas por parte de los que bailamos, excedía el número de piezas de la tanda. Pasó mucho tiempo antes de que el maestro Daniel Guzmán de la danzonera América lo complaciera, al grado que cuando se saludan antes de un baile el maestro Guzmán le dice “¿Club Fénix verdad? a lo que Homero responde “sí, maestro, si me hace favor”. 

Muchos danzones también estarán destinados al olvido casi de inicio, o serán interpretados algún tiempo, se harán conocidos y olvidados años después, no se sabe en qué consiste que alguna música perdure y otra no, intervienen muchos factores. A mi me gusta un danzón-chá llamado “Olga” del finado maestro veracruzano Memo Salamanca, pero sólo lo he podido escuchar en un video de Ediciones Pentagrama de mi amigo Modesto López, un video que no tiene que ver con danzón sino con música y décimas de Veracruz, el video se llama “Grandes de Tlacotalpan, entre décimas y sones”, lo recomiendo ampliamente. Hace poco le pregunté a Miguel Zamudio que por qué no interpretaba con la Charanga del Puerto ese danzón, me di cuenta en esa ocasión que no lo ubicaba claramente, le deberé insistir en un mejor momento, tal vez se consiga todavía esa partitura, pero eso también es incierto.

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La Danzonera Chamaco Aguilar en el salón Los Ángeles. / Foto: Omar Montalvo – Revista Danzoneros.

Deberemos hablar así en genérico de miles de danzones, no sé si alguien tenga elementos para acercarse a un número cercano a la realidad, el danzón no es ajeno a lo que ha ocurrido con otros ritmos, hay canciones que permanecen y otras que desaparecen con el tiempo, afortunadamente en nuestros días se siguen componiendo piezas que serán lanzadas al inmenso mar de las composiciones musicales del género. Por tanto, me parece que de la misma forma que la incursión de muchos jóvenes al baile garantiza la permanencia del ritmo en el gusto popular por mucho tiempo, en el mismo sentido es deseable la incursión de agrupaciones musicales nuevas conformadas por músicos jóvenes.

En Veracruz, Oaxaca y Reynosa por mencionar algunas entidades, existen agrupaciones de músicos jóvenes que interpretan Danzón, aquí en Guadalajara se ha formado una orquesta con muchachos recién egresados de la escuela de música o en formación dirigidos por el también joven maestro Gerardo Torres, la orquesta Donlucas que interpreta varios danzones y que el próximo 21 de marzo, en un conocido lugar de esta ciudad, va a interpretar por primera vez el danzón de mi autoría “Mina el eco de tu risa”. Me causó sorpresa saber que las partituras que les obsequié hace algunos meses vayan a ser interpretadas por ellos, me emociona que jóvenes músicos las utilicen, lo mismo me pasa cuando la Orquesta sinfónica de jóvenes que dirige el maestro Raúl Flores en Reynosa lo interpreta. Este danzón ha sido tocado por la Danzonera México del maestro Genaro Árciga, la Danzonera América del maestro Daniel Guzmán y por supuesto por la danzonera del Chamaco Aguilar quienes lo grabaron en un disco y lo interpretaron por vez primera, ya que fue precisamente el maestro Alejandro Aguilar Alcántara quien hizo todo el arreglo e instrumentación para danzón de una modesta partitura que le propuse con una canción mía grabada en otro ritmo.

Pienso que todo danzón debiera tener oportunidad de interpretarse, lanzar la partitura dentro de una botella al océano del baile para ser encontrada o perderse por ahí, dándole al menos alguna oportunidad de ser interpretada, esperando que algo ocurra, aunque en algunos casos la única certeza dependa exclusivamente del azar.

  • 1 Sobre este tema se puede consultar Madrid Alejandro y Moore Robin “Danzón, circum-caribbean dialogues in music and dance” Oxford University Press, 2013, pags: 34-37. o el libro Oliver Luis, María Victoria: “Matanzas, de la contradanza al danzonete”. 2019 Ediciones Matanzas 95 Pag.
  • 2 Arreguín Mina: “Danzón abanico de tonalidades” primera edición Julio de 2016. Pag.39

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